Apaga y vámonos

¡Buenos días!

Según el Reporte de Generación Eléctrica en América Latina y el Caribe que acaba de publicar la Organización Latinoamericana de Energía, en 2024 la generación eléctrica creció un 5.5 % en la región. 

En lo que se refiere a Guatemala, se anunciaron dos licitaciones para garantizar el suministro de energía a largo plazo. El presidente Bernardo Arévalo destacó los objetivos. Es de esperar que, contrariamente a lo que sugiere nuestro asunto, junto a esas prioridades figure el mensaje de “encienda y venga” para los inversionistas.

Les recomendamos esta semana el análisis de los compañeros del boletín de Política sobre la investigación en EE. UU. por corrupción vinculada a aliados de la CICIG. 

 Gracias por leernos.

 
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Luis Enrique González
Desarrollo y sostenibilidad energética: inversión histórica
462 palabras | 2 mins de lectura

Guatemala está sentando las bases para un cambio trascendental en su infraestructura eléctrica. Ha anunciado dos licitaciones históricas que prometen atraer inversiones locales y extranjeras estimadas en USD 5000M.

En perspectiva. Bajo la dirección del Ministerio de Energía y Minas y la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), estas iniciativas están diseñadas para garantizar un suministro eléctrico sostenible, eficiente y competitivo. Un abastecimiento que beneficie a millones de usuarios.

  • El presidente Bernardo Arévalo destacó tres objetivos clave de estos proyectos: fomentar la generación limpia, garantizar precios accesibles para los consumidores y fortalecer la red de distribución eléctrica.

  • La licitación PEG-5 para generación contempla 1400 megavatios (MW) a ser contratados para cubrir la demanda eléctrica durante 15 años. El plazo inicia a partir de 2030. 

  • En paralelo, el proyecto PET-3 busca modernizar la infraestructura de transmisión, con un enfoque en ampliar el Sistema Nacional Interconectado (SNI) mediante 14 obras prioritarias. Estas incluirán nuevas subestaciones y mejorarán las conexiones para proyectos renovables en varias regiones.

Voces I. Mario Naranjo, gerente general de la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA), subrayó la importancia de lanzar simultáneamente las licitaciones de generación y transmisión, indicando que este enfoque refuerza el compromiso del Gobierno Nacional con el desarrollo de largo plazo.

  • “Es una señal clara para los inversionistas de que Guatemala ofrece un mercado competitivo y un marco jurídico estable para desarrollar proyectos”, afirmó. Además, destacó la necesidad de garantizar tarifas accesibles para los usuarios finales y mantener la competitividad nacional en términos de atracción de inversión y generación de empleo.

  • Paulo César Parra, gerente general de las distribuidoras de Oriente y Occidente (ENERGUATE), mencionó que el carácter abierto y transparente de estas licitaciones generará propuestas innovadoras y beneficios económicos para los guatemaltecos.

  • “Es una oportunidad significativa que nos permitirá garantizar energía a precios accesibles. La meta es transformar estas adjudicaciones en infraestructura que respalde el crecimiento energético del país hasta 2048”, comentó.

Voces II. Por su parte, Luis Ortiz, presidente de la CNEE, añadió que la apertura tecnológica fomentará una participación plural de oferentes, mientras se espera que los inversionistas se inclinen por apostar sus capitales en estos eventos de gran relevancia para el desarrollo económico.

  • Según el funcionario, “la competencia es clave para garantizar precios accesibles y energía de calidad, elementos esenciales para el desarrollo económico sostenible”.

  • El impacto de estas licitaciones se extiende más allá de las fronteras nacionales, con inversionistas internacionales de países como EE. UU. y Europa, mostrando interés en financiar proyectos en Guatemala. Estas iniciativas no solo buscan asegurar la demanda energética a largo plazo, sino la consolidación como líder regional en planificación energética y competitividad económica.

  • El camino está trazado y los próximos meses serán decisivos para transformar esta visión en una realidad que beneficie al país y a su economía.

 
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Como expone Fernando Savater, desde el punto de vista ético, toda fuente de riqueza es social. Por lo tanto, implica responsabilidades. En Ética para la empresa, el filósofo español ofrece una reflexión sobre la necesidad de incorporar principios éticos al ámbito empresarial.

La ética se diferencia de la deontología. Esta última consiste en una serie de pautas de funcionamiento para los miembros de la organización. La primera es una práctica individual, intransferible, íntima. La decisión personal es la principal.

Se distingue, asimismo, de las leyes. Estas son reactivas: tratan de minimizar o impedir los daños. Por el contrario, aquella es proactiva. Transforma la convivencia y la colaboración dentro de la compañía, innovando hacia lo mejor.

Todo empresario debe ser audaz. Responder ante cualquier situación de crisis o pérdidas. No puede quedar estancado. Ni actuar solo cuando la empresa se encuentra en auge. La audacia no está reñida con la prudencia.

Como subraya el autor, la ética no debe ser vista como adorno opcional, sino parte inherente al funcionamiento corporativo. Integridad y responsabilidad social, más que deseables, son fundamentales para el éxito sostenible de las mismas.

Entre los valores que considera primordiales enumera la comunicación, autoridad, motivación. Y la responsabilidad social, en la que tiene que fundar todos sus movimientos.

El fin de una empresa es la productividad. Por supuesto, el objetivo es sacar el mayor provecho y beneficio frente a la competencia. Sin embargo, debe hacerlo exigiendo compromisos sociales y contribuir a un estado general de bienestar. ¿Cómo? Estableciendo mínimos éticos sociales como justicia, equidad y libertad. Una vez establecida la ética de mínimos, se tienen dos magnitudes. Por un lado, el capital económico y de inversión, instrumentos y medios. Por otro, los recursos humanos.

En cuanto al cliente, ha de obtener el producto que espera. No vale “hacer trampa… para tener cierto éxito”. Así pues, elemento imprescindible es la confianza. Si esta desaparece, también lo hace la compañía.

Enfatiza la importancia del consecuencialismo. Es decir, evaluar las acciones no solo por sus intenciones, sino por resultados concretos. Las buenas intenciones deben traducirse en acciones que generen consecuencias positivas.

Basado en conferencias impartidas por Savater a empresarios en Bogotá, el libro cuestiona el mito del “hombre nuevo” en las organizaciones modernas. Defiende un necesario nivel de experiencia como ineludible. Los tiempos modernos están obsesionados con una “visión juvenil”. Es precisamente la decadencia de la noción “experiencia” uno de los problemas actuales. Estudia cómo va a repercutir en las acciones comerciales y laborales en cuanto a valores y normas.

Para Savater, en la ética ya está casi todo inventado. No hace falta tanto concebir una nueva, como cumplir la que ya existe.

Es de suma importancia redescubrir la ética en tiempos en que el empresario es una figura social central. Aunque publicada hace una década, la obra está de permanente actualidad.

 
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Alice Utrera
Verde que te quiero ver rentable
521 palabras | 2 mins de lectura

El compromiso ambiental es hoy una ventaja competitiva. Empresas guatemaltecas adoptan la economía circular: eficiencia energética, movilidad sostenible y menos emisiones. Esto mitiga impactos, reduce costos, fideliza clientes y abre mercados internacionales.

Por qué importa. La sostenibilidad ya no es tan solo ambiental, también es económica. La presión del mercado, el alza de costos y consumidores más conscientes empujan a las empresas a integrar lo ecológico en su modelo de negocio.

  • Movilidad eléctrica, logística inteligente y arquitectura verde marcan la diferencia en sectores como construcción, alimentos y transporte.

  • Nancy Chacón, vicepresidenta de la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala, afirmó que el uso de transporte eléctrico reduce hasta un 70 % las emisiones. Esto depende de la matriz energética.

  • En un mundo donde los compradores globales exigen transparencia, reducir la huella de carbono es una puerta de entrada a nuevos mercados.

En el radar. El reto es hacer de la sostenibilidad un modelo rentable y replicable. Su impacto debe medirse y reflejarse en resultados operativos que impulsen la competitividad.

  • Belén Sarmiento, gerente de distribución en Cervecería Ambev, explicó que su estrategia de distribución redujo 67 000 toneladas de CO₂ y ahorró USD 55 000 en 2024.

  • Certificaciones como EDGE en la construcción o la adhesión a protocolos de movilidad verde generan impactos financieros tangibles.

  • Las empresas no están actuando únicamente por reputación. “Lo hacemos porque si no, el mercado al que voy no me va a comprar”, enfatizó Amílcar Ordóñez, consultor ambiental.

Entre líneas.  Medir, verificar y certificar son clave contra el greenwashing. La huella de carbono debe gestionarse con procesos auditables. No son suficientes promesas vagas para ganar confianza de consumidores e inversionistas.

  • La tendencia global se enfoca en el "alcance 3". Es decir, emisiones indirectas en toda la cadena de valor. Es lo más difícil de cuantificar, pero revela el impacto real.

  • Ordóñez recalcó que la huella de carbono debe medirse con rigor. “Los datos deben ser verificables, no basta con declararse neutral sin evidencia”.

  • Sin una base de datos nacional robusta, muchas compañías recurren a benchmarks europeos para calcular emisiones y ajustar sus estrategias. 

Sí, pero. La sostenibilidad avanza en Guatemala, pero enfrenta barreras. Aunque hay avances empresariales, falta un plan nacional que articule esfuerzos públicos y privados a largo plazo.

  • Ante la ausencia de un programa, las empresas asumen el liderazgo. “Costa Rica ya tiene hoja de ruta; aquí aún debatimos entre buses eléctricos o diésel”, señala Chacón.

  • La falta de regulación actualizada frena la inversión. La industria reclama certeza jurídica y procesos claros para impulsar las tecnologías limpias.

  • Pese a emitir menos del 0.1 % del CO₂ global, Guatemala enfrenta exigencias externas. Proveedores locales deben cumplir estándares de socios multinacionales.

En conclusión. El reto ya no es actuar, sino hacerlo bien. La sostenibilidad entra en una etapa que exige integrarla con tecnología, alianzas y métricas claras en el modelo de negocio. 

  • Debe trascender el cumplimiento y convertirse en estrategia de diferenciación y crecimiento. 

  • En la actualidad, reducir la huella de carbono es rentable, además de viable.

  • Con apoyo estatal, académico y del sector privado el siguiente paso es hacer de las buenas prácticas la norma.

 
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