Costuras que generan poder

¡Buenos días!

Guatemala está hilando una narrativa distinta para su futuro económico: convertirse en hub textil competitivo.

La reciente alianza entre Nextil y la estadounidense Maxum simboliza esta ambición. Además, confirma una tendencia: Guatemala empieza a atraer inversiones que buscan cercanía con EE. UU., estabilidad y un ecosistema textil en expansión.

Lo que está en juego es si Guatemala puede sostener un modelo de industria de mayor valor agregado y resistir la presión global de los mercados asiáticos. La oportunidad está ahí. Como siempre, el reto es político, logístico y estratégico.

Sus comentarios y sugerencias son bienvenidos. Gracias por su interés y lectura. 

 
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Miguel Rodríguez
Guatemala teje su futuro como hub regional
624 palabras | 3 min de lectura

Guatemala avanza en su consolidación como hub regional de la industria textil, respaldada por nuevas inversiones y alianzas estratégicas. El reciente contrato millonario firmado por Nextil con una firma estadounidense se convierte en ejemplo de cómo el país diversifica su oferta y genera oportunidades para todo el ecosistema industrial.

Por qué importa. La inversión de la compañía confirma el atractivo de Guatemala como plataforma textil en Centroamérica. El contrato con Maxum International Group se proyecta como catalizador de mayor valor agregado y nuevas cadenas productivas.

  • Renato Lira, CEO de Nextil Elastic Fabrics, destacó que Guatemala es una potencia textil desde el DR-CAFTA, alcanzando casi el 5 % de las importaciones de prendas de EE. UU. junto con Honduras y El Salvador.

  • La operación iniciada en 2024 subió de USD 15M en su primer año a USD 40M en este. Tiene potencial para abrir mercados antes inéditos.

  • La diversificación hacia telas elásticas y técnicas introduce segmentos de mayor calidad. Esto ha generado más especialización laboral y mejores salarios para trabajadores guatemaltecos.

Ecos regionales. El movimiento de la compañía ilustra cómo el Triángulo Norte comienza a competir en productos de mayor sofisticación, más allá de camisetas o hoodies. El efecto dominó se refleja en químicos, hilos, trims y confección especializada.

  • Según Lira, el cambio de percepción en compradores estadounidenses ha abierto espacio para prendas de alta gama, desde sacos hasta ropa deportiva, técnica y médica.

  • El acuerdo impulsa un ecosistema más amplio: nuevas fábricas de confección y proveedores de maquinaria e insumos, fortaleciendo el entramado industrial.

  • La instalación de plantas complementarias, como ensambladoras de productos con aluminio y tejidos técnicos, amplía la base productiva y fomenta inversiones extranjeras.

Datos clave. Más allá de la noticia, los números muestran la magnitud del salto. El sector textil regional ya ocupa una posición relevante en las importaciones estadounidenses. El país se posiciona como el más estable frente a sus vecinos.

  • Con Honduras y El Salvador, Guatemala exporta casi el 5 % de lo que importa EE. UU. en textiles, frente al 20-22 % que mantiene China.

  • La planta de la empresa en Guatemala, inaugurada en octubre de 2024, consolidará inversiones por USD 175M en cinco años, diversificando el portafolio de productos.

  • Estabilidad política relativa, fortaleza de la moneda y mano de obra experimentada convierten al país en un destino más competitivo que sus vecinos.

Detrás de escena. La sombra de Asia sigue marcando la conversación. A pesar de los avances, la competencia con gigantes como China y Vietnam condiciona estrategias y define los márgenes del éxito en Guatemala.

  • “En Asia hay subsidios energéticos y laborales que hacen casi imposible competir en precio”, reconoció Lira, al explicar por qué Guatemala apuesta por calidad y rapidez.

  • Para Carlos Arias, presidente de Vestex, los clientes estadounidenses “todavía piensan en Asia cuando se trata de costos masivos”. Sin embargo, admitió que los tiempos de entrega juegan cada vez más a favor de Centroamérica.

  • Centroamérica debe priorizar la diversificación de productos y acelerar la logística para consolidar su espacio.

Lo que sigue.   El anuncio de Nextil fue bien recibido por el sector, aunque persisten advertencias sobre competitividad e infraestructura. Empresarios coinciden en que la oportunidad es real, pero requiere disciplina y visión de largo plazo para sostenerse.

  • Arias dijo a República que la noticia confirma que “Guatemala ya es un hub”, pero alertó sobre riesgos en el corto plazo por los aranceles. Insistió en la conveniencia de un salario mínimo competitivo.

  • Asimismo, ambos subrayaron que el trabajo público-privado en negociaciones en Washington fortalece la posición frente a tarifas. No obstante, los subsidios en Asia continúan representando un desafío.

  • La coordinación entre sector empresarial y gobierno ha generado confianza. Con todo, el reto inmediato sigue siendo infraestructura vial, logística y certeza jurídica para nuevas inversiones.

 
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¿Puede el país aprovechar los cambios en el comercio internacional?

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Guatemala encara 2025 con una ventaja demográfica que solo será competitiva si integra a más mujeres al trabajo productivo. Hoy, la mitad del talento potencial está subutilizado. La tasa global de participación alcanza el 65.4 % a nivel nacional, pero apenas el 39.7 entre mujeres frente a 82.2 en hombres, según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos Continua (ENEIC) del INE para 2024. Esa brecha no solo reduce el ingreso de los hogares; también recorta el crecimiento potencial y resta atractivo para la inversión de largo plazo.

El costo de esta subdivisión es notable. En 2024, el ingreso laboral mensual promedio fue de GTQ 2849.9 para hombres y 2108.9 para mujeres: una diferencia de 741 que refleja segmentación ocupacional, menor acceso a empleos formales y techos de cristal. Además, la subocupación visible golpea más a las mujeres (16.3 %) que a los varones (13.4 %), lo que significa menos horas pagadas y trayectorias laborales intermitentes. Con 67.9 % de la población ocupada en el sector informal, muchas mujeres quedan fuera de la seguridad social y de la formación en el trabajo que mejora la productividad. Convertir estas cifras en políticas —cuidado infantil, formación técnica alineada a la demanda y formalización simple— es el camino más corto entre demografía y competitividad.

Salud y autonomía reproductiva son variables económicas. La razón de mortalidad materna bajó de 301 (2000) a 94 muertes por cada 100 000 nacidos vivos (2023), avance relevante pero aún superior al promedio regional. Si se quiere aprovechar el bono demográfico, es necesario expandir acceso efectivo a educación y un entorno pro-familia, con metas medibles por municipio.

La inclusión financiera es otro cuello de botella. Con datos recientes compilados por FinDev/CGAP, solo el 34 % de las mujeres adultas tiene una cuenta frente al 40 % de los hombres. Sin cuentas —y sin historial— es más difícil ahorrar con seguridad, acceder a crédito productivo o formalizar un emprendimiento. Cerrar esa brecha exige interoperabilidad de pagos, corresponsales en barrios periféricos, microcrédito con evaluación alternativa de riesgo y programas que vinculen remesas a productos de ahorro e inversión. El objetivo no es solo bancarizar: es traducir el uso de cuentas en capital de trabajo y activos productivos.

Hay evidencia de que cerrar brechas paga. Simulaciones del PNUD muestran que reducirlas y elevar moderadamente la productividad podría llevar el PIB a un nivel hasta 32 % mayor al final del periodo evaluado, frente a un escenario inercial. Para un país joven, esto significa más crecimiento con la misma demografía. La diferencia la hace la disposición al cambio de la iniciativa privada.

Las prioridades deben ser claras. Servicios de cuidado infantil y transporte seguro en áreas metropolitanas para facilitar el empleo femenino; formación técnica corta (logística, manufactura ligera, agroindustria 4.0, Business Process Outsourcing, BPO) con becas y pasantías. Asimismo, un esquema de formalización “amigable” para MIPYMES (trámite digital, costos de cumplimiento graduales y acceso a seguridad social modular).

La ventana demográfica no será eterna. Si Guatemala mantiene la tendencia de descenso en la mortalidad materna mientras eleva la participación y el ingreso de las mujeres, su estructura poblacional se convertirá en una ventaja productiva sostenida. Si no lo hace, la inercia consolidará empleos de baja productividad y estancará el ingreso per cápita. El dato de partida es claro y verificable: menos de cuatro de cada 10 mujeres participan en el mercado laboral y cuando lo hacen ganan menos y enfrentan más subempleo. El desenlace, en cambio, depende de decisiones concretas para que la economía guatemalteca compita con todo su talento.

Este y otros temas se tratarán en el “Summit República Mujer, Familia, Libertad: Una región aún joven llamada a prosperar” del próximo 29 de octubre.

 
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Marcos Jacobo Suárez Sipmann
Aranceles mexicanos: Pekín se enoja, Washington sonríe
638 palabras | 3 min de lectura

El Gobierno de México ha anunciado un paquete arancelario que incluye un incremento de los gravámenes a vehículos importados desde países con los que no tiene TLC —como China. Pueden alcanzar hasta el 50 %. Según la Secretaría de Economía, se persigue “corregir prácticas de dumping”, proteger empleos y fortalecer la industria nacional.

Qué destacar. El impacto en cadenas de suministro y opinión pública ha sido inmediato. Firmas chinas de vehículos eléctricos y convencionales se verían particularmente golpeadas por la subida.

  • El Ejecutivo sostiene que la medida no se dirige “contra un país” en particular, aunque reconoce que afectará a economías como China, Corea del Sur, India e Indonesia.

  • El paquete requiere aún trámites legales y legislativos. Su aprobación definitiva y la posible contestación jurídica o comercial de China marca la agenda inmediata.

  • El contexto internacional con presiones de EE. UU. sobre cadenas de valor y reglas de origen del sector automotriz— refuerza la complejidad política y económica de esta decisión.

Por qué importa. Un país que ajusta tarifas tiene mayor margen para negociar reglas de origen, salvaguardas o acuerdos bilaterales que protejan sectores sensibles frente a prácticas que el Gobierno califica de desleales.

  • Un arancel significativo eleva el coste de vehículos importados, reduciendo la competencia de precios de fabricantes extranjeros y concediendo margen de maniobra a ensambladoras y proveedores nacionales para preservar producción y plazas de trabajo.

  • Puede fomentar la inversión localizada. Gravar importaciones incentivaría a fabricantes extranjeros a localizar producción en México (transferir ensamblaje o partes) para evitar aranceles.

  • A largo plazo esto se traduciría en más inversión productiva y encadenamientos industriales, siempre que México ofrezca condiciones competitivas para la inversión.

La otra cara. Se incrementaría el precio final de modelos eléctricos o más asequibles importados desde China. Esto perjudica a consumidores y frena la adopción de vehículos de baja o nula emisión cuando se promueve la electromovilidad.

  • Si Pekín decide imponer contramedidas o restringir inversiones/comercio, rubros exportadores mexicanos podrían verse afectados. La tensión diplomática reduce la confianza de inversionistas extranjeros.

  • Al aumentar costos de importación, sube el de insumos y componentes derivados, presionando a proveedores y consumidores. Estos incrementos podrían trasladarse a los precios y costos de producción en industrias interconectadas.

  • Afectar importaciones masivas (hasta USD 52 000M en varias partidas) derivaría en litigios comerciales o en demandas de empresas, con costes legales y de reputación para México.

En el radar. La decisión puede leerse en el marco de la ofensiva comercial de la administración Trump. Aranceles y presiones para que socios regionales limiten el acceso de productos chinos.

  • El objetivo es proteger industria y seguridad nacional. Frenar la reexportación de bienes chinos hacia EE. UU. a través de terceros países.

  • Observadores interpretan el movimiento de México como una medida que, además de objetivo doméstico, “alinea” la política comercial mexicana con los intereses de Washington durante la revisión del T-MEC.

  • Esta presión estadounidense genera incentivos (o coerción política, según Pekín) para que México restrinja importaciones chinas.

Ecos regionales. Un endurecimiento arancelario puede empujar a exportadores y ensambladores chinos a buscar rutas alternativas en la región o a concentrar ventas directas a países de Centroamérica.

  • En Guatemala ya han entrado marcas chinas como BYD. Un arancel más alto puede encarecer modelos reexportados desde México (si hubiera ensamblaje o distribución regional).

  • Guatemala podría ver retrasos en la expansión de modelos eléctricos si las unidades importadas suben de precio, afectando la adopción de electromovilidad y metas ambientales.

  • Sin embargo, también puede abrir oportunidad para distribuidores chinos que vendan directamente a Guatemala desde otras bases o que intensifiquen presencia local.

Balance. De formalizarse la medida, las empresas deberán reajustar cadenas de suministro, evaluar costos de importación y anticipar posibles represalias chinas. En paralelo, EE. UU. se beneficia de un mayor control regional sobre el sector automotriz. El desafío para México será convertirla en un incentivo a la inversión productiva. 

 
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  • El puerto español Algeciras se alía con Global Gateway, la estrategia de la Unión Europea para promover infraestructuras en LAC.

  • Heineken adquiere el 75 % restante de la costarricense FIFCO. La multinacional cervecera ya poseía un 25 %.

  • Nvidia invertirá USD 100 000M en OpenAI para la próxima generación de IA.