El espejo latinoamericano

¡Buenos días!

México y Brasil son las locomotoras económicas de Latinoamérica. Pese a compartir aspiraciones y desafíos, sus realidades son distintas. El primero está consolidado como un engranaje en las cadenas de suministro norteamericanas. El segundo, anclado al Mercosur y con un mercado interno superior a los 200M de consumidores, busca reforzar su autonomía frente a la creciente influencia de China.

En la reciente visita de alto nivel de la delegación brasileña a México se ha descartado la firma de un TLC integral. Se anunciaron, sí, múltiples memorandos de cooperación en biocombustibles, inversión, sanidad y aeronáutica, pero quedó claro que no habrá apertura total de mercados en el corto plazo.

El reto es el siguiente: ¿podrán estas dos potencias transformar la cooperación puntual en un proyecto de alcance regional?, ¿o se conformarán con ser “socios a medias” en un contexto global de rígidos bloques comerciales? En cierta manera, la situación refleja la realidad latinoamericana y cabe preguntarse si la creciente complementariedad estratégica puede servir de base para una sólida plataforma comercial.

Hoy les recomendamos el análisis El Partido Comunista de China y el equipo del Mindef publicado en el boletín de República Política. Confiamos que sea de su interés.

 
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Marcos Jacobo Suárez Sipmann
México y Brasil: socios a medias
639 palabras | 3 min de lectura

Las dos mayores economías de Latinoamérica fortalecen la cooperación bilateral, aunque sin avanzar hacia un TLC integral. Es el resultado de la visita de la delegación brasileña a México encabezada por el vicepresidente Geraldo Alckmin con ministros de Agricultura, Planificación y casi 200 empresarios.

  • Uno de los principales propósitos: actualizar y ampliar los Acuerdos de Complementación Económica vigentes. Son los de comercio exterior e inversión ACE 53 y ACE 55.

Lo indispensable. La relación vive un repunte diplomático y estratégico. Se comparte el interés de diversificar relaciones comerciales para no depender en exceso de una sola potencia. México de EE. UU. y Brasil de China.  

  • México tiene una plataforma industrial altamente integrada con Norteamérica. Brasil, un enorme mercado interno con abundancia de recursos naturales.

  • En energía, Pemex y Petrobras han encontrado espacios de cooperación técnica y de intercambio de experiencias en exploración, refinación y transición energética.

  • Si bien hay competencia en el ámbito agroalimentario, se abren oportunidades para complementariedad y acceso a productos no producidos localmente.

El otro lado. Sin embargo, México está vinculado al T-MEC, que concentra más del 80 % de su comercio exterior. Su industria está diseñada para atender cadenas de valor norteamericanas. Brasil debe ceñirse a las decisiones de Mercosur y no puede negociar de manera independiente un TLC.

  • Hay fricciones en la industria automotriz. México teme abrir demasiado su mercado a los vehículos brasileños, mientras que Brasil protege con celo a sus fabricantes frente a la competencia mexicana.

  • Lo mismo ocurre con productos agrícolas, donde cada país defiende subsidios y barreras que sostienen a sus productores. Firmar un TLC implicaría una interdependencia económica que puede chocar con ambiciones de autonomía y liderazgo regional.

  • Y recuérdese que, mientras México está negociando un acuerdo a largo plazo con Washington para evitar la imposición de gravámenes aduaneros, Brasil enfrenta aranceles del 50 % de EE. UU.

Datos clave. El intercambio bilateral llegó en 2024 a USD 13 600M. La balanza comercial favorece a Brasil, cuyas ventas a México fueron USD 7800M. México exportó por valor de 5800M.

  • Las principales ventas aztecas a Brasil fueron partes y accesorios automotrices. De Brasil llegaron productos intermedios de hierro y acero.

  • Hasta mayo de este año, México ha exportado por USD 349M. Brasil por 929M. Saldo negativo para el primero: 579M.

  • Unas 600 empresas cariocas operan en México. El stock bilateral de inversiones se estima en casi USD 30 000M en cada dirección.

Ahora qué. Se han firmado memorandos de entendimiento estratégicos en bioenergía, salud, ciencia, agroindustria y promoción de inversiones. Se fortalece la dinámica en el sector aeroespacial con la posible venta del avión C-390 de Embraer.

  • Se establece la colaboración tecnológica para el desarrollo de etanol, biocombustibles y combustible de aviación sostenible. Sobresale, asimismo, la cooperación en sanidad y ciencia.

  • En agroindustria, Brasil busca ampliar sus exportaciones de carne de res al país del norte, convirtiéndolo en su segundo mayor destino. El convenio incluye auditorías a frigoríficos e inversión en protocolos de trazabilidad.

  • Destaca un acuerdo para promover inversiones recíprocas y fortalecer capacidades institucionales a través de la agencia brasileña APEX y la Secretaría de Economía mexicana.

Balance. Ninguno está dispuesto a ceder en su autonomía económica. México no quiere arriesgar la estabilidad de su relación privilegiada con EE. UU. Brasil defiende la cohesión de Mercosur, aunque esta le pese.

  • A corto plazo, se descarta un TLC integral. Se continuará profundizando acuerdos sectoriales: automotriz, energía, agroindustria, digitalización y ciencia.

  • Por ahora seguirán siendo “socios a medias”. Negocian con prudencia, conscientes de que cualquier movimiento audaz alteraría equilibrios internos y externos. Los números confirman una relación densa y creciente, aunque asimétrica.

  • A medio plazo, la presión de la competencia internacional puede empujar a más coordinación. Si Europa logra cerrar su acuerdo con Mercosur, o EE. UU redobla su influencia en Centroamérica, los gigantes latinos podrían verse obligados a sincronizar estrategias.

 
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Esta obra del periodista y economista británico Edmund Conway publicada en 2009, es una de las mejores introducciones para quienes desean comprender cómo funciona la economía sin necesidad de ser especialistas.

Con experiencia como editor de economía en The Telegraph y Sky News, Conway presenta 50 capítulos breves que desgranan conceptos clave: inflación, comercio internacional, papel de los bancos centrales, las teorías de Adam Smith o Keynes, globalización, burbujas financieras y hasta economía del comportamiento.

Se podría criticar la falta de profundidad y que, al haber sido escrito en 2009, algunos ejemplos ya se sienten desfasados. Es verdad que hay puntos donde la obra se queda corta frente a los dilemas de hoy. No obstante, el ensayo sigue siendo en 2025 un punto de partida atractivo. Inflación tras la pandemia, transición energética, irrupción de la IA en el mercado laboral y tensiones geopolíticas obligan a entender cómo funcionan las bases de la economía. Y aquí el libro cumple su función: ofrece la “gramática” necesaria para poder comprender los debates actuales.

Si en 2009 el gran telón de fondo era la crisis financiera global, hoy los desafíos son distintos. Pero muchos de los fundamentos que Conway explica siguen siendo esenciales. Sus capítulos sobre los ciclos económicos ayudan a entender los vaivenes de la inflación. Sus páginas sobre el comercio internacional iluminan las tensiones actuales entre EE. UU., China, Europa y Latinoamérica. Sus advertencias sobre burbujas especulativas interpelan fenómenos contemporáneos como las criptomonedas y los mercados digitales.

En definitiva, 50 cosas que hay que saber sobre economía funciona hoy como un manual introductorio sólido y atemporal. 15 años después de su publicación, sigue valiendo la pena como primer paso en el camino de entender el presente.

En un mundo que cambia a diario, esta obra clara, breve y válida es una brújula perfecta para iniciarse en la economía.

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UN MENSAJE DE G&T CONTINENTAL
Con 1.5 millones de clientes, G&T Continental celebra 78 años como líder financiero en Guatemala 

Grupo Financiero G&T Continental conmemora 78 años de historia como una de las instituciones financieras más sólidas del país. En este aniversario, el banco reafirma el valor que lo ha acompañado desde 1947: la confianza de los guatemaltecos. 

La trayectoria del grupo inició con la fundación de la Aseguradora G&T, la primera en ofrecer pólizas propias en Guatemala. En 1962 nació el Banco Granai & Townson, enfocado en el ahorro y la vivienda. Tres décadas más tarde surgió Banco Continental, y en el año 2000 la fusión de estas entidades dio vida al Grupo Financiero G&T Continental.

La institución ha apostado en los últimos años por la innovación tecnológica. Su transformación digital comenzó en 2018 con el lanzamiento de GTCApp, la primera aplicación de banca digital propia. Desde entonces ha sumado tecnología sin contacto, billeteras electrónicas, agendas digitales y el uso de inteligencia artificial para personalizar la atención. El objetivo, afirma la institución, es simplificar la vida de los usuarios y mantenerse cerca de sus necesidades. 

Para más información, lo invitamos a leer aquí.

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Alice Utrera*
EE. UU. y la receta tax free
599 palabras | 2 min de lectura

Los fines de semana sin impuestos en EE. UU. se han convertido en una herramienta recurrente para dinamizar el consumo y aliviar a los comercios en temporadas bajas. Aunque suscitan dudas por su impacto en la recaudación, su efecto multiplicador sobre la economía los mantiene vigentes. El debate revela lecciones interesantes para Guatemala.

Por qué importa. Los tax free weekends representan un alivio para familias y negocios, al eliminar temporalmente el impuesto sobre las ventas. Más allá de un beneficio inmediato, fortalecen la competitividad regional y generan liquidez en sectores clave del consumo.

  • Según la Asociación de Minoristas de Massachusetts, el beneficio económico en 2023 alcanzó USD 168M, con un impulso significativo al comercio.

  • “El fin de semana libre de impuestos es un estímulo económico comprobado”, afirma W. Stuart Loosemore, gerente de Talento y Desarrollo Organizacional del Senado del estado de Massachusetts.

  • Estos eventos permiten a pequeños negocios competir en condiciones más parejas con estados sin impuestos sobre ventas.

Cómo funciona. El esquema consiste en exonerar de modo puntual el tributo estatal sobre ventas en artículos de consumo, en general con topes de precio. El mecanismo fomenta compras planificadas y anticipadas, generando un pico en la actividad minorista. 

  • “Para los comercios el riesgo es menor; al contrario, tendrán un efecto positivo porque se incrementan las ventas”, explica Oscar Monroy, consultor en impuestos y defensa fiscal.

  • El gasto adicional se traslada a restaurantes, transporte y bienes no esenciales, reforzando el ciclo económico.

  • El sacrificio tributario inicial suele compensarse con mayores utilidades gravables y un repunte en el impuesto sobre la renta.

Lo indispensable. Su atractivo es que combinan alivio fiscal con estímulo al consumo. Sin embargo, no todos los estados los aplican ni en las mismas fechas, lo que crea escenarios desiguales en competitividad y recaudación.

  • En estados con cargas fiscales altas, como California, la ausencia de estas medidas reduce la capacidad de competir con regiones de menor tributación.

  • “El riesgo principal para el gobierno es sacrificar impuestos, aunque puede compensarse con más utilidades empresariales”, detalla David Casasola, investigador del CIEN.

  • El éxito depende de la capacidad estatal para registrar y administrar adecuadamente las transacciones, evitando abusos.

Datos clave. Los estados con mayor retorno de inversión para contribuyentes suelen ser aquellos con bajas tasas de impuesto sobre la renta y programas activos de exenciones temporales. Texas y Florida destacan por su atractivo fiscal.

  • El gravamen sobre ventas en Massachusetts es del 6.25 %, con exenciones en artículos de hasta USD 2500.

  • Durante estos fines de semana, la actividad minorista aumenta entre 8 y 12 % frente a uno regular.

  • “Los beneficios son duraderos y de amplio alcance, más allá del impacto inmediato”, subraya Loosemore.

Ecos regionales. La posibilidad de replicar este modelo en Guatemala provoca debate. Si bien podría dinamizar sectores como el retail, también enfrentaría obstáculos estructurales.

  • Monroy indica que en Guatemala: “la exoneración afectaría al IVA, que es el pilar de la recaudación nacional”.

  • Casasola enfatiza que antes de exonerar impuestos, Guatemala debería ampliar la base tributaria y reducir la informalidad, que hoy ronda el 70 % de la economía.

  • Ambos coinciden en que Guatemala ya tiene picos naturales de consumo —aguinaldo, bono 14 y Semana Santa— que cumplen parcialmente la función de los tax free weekends.

Balance. Los fines de semana sin impuestos en EE. UU. muestran cómo una medida fiscal puntual puede impulsar el consumo y apoyar el comercio minorista sin alterar el sistema tributario. Su éxito depende de instituciones sólidas y competencia fiscal entre estados, factores ausentes en Guatemala. Implementarlo aquí exigiría reformas profundas en la administración tributaria y una estrategia clara de formalización económica.

*Enviada especial en EE. UU.

 
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