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Bosques: "¡Aprueben la ayuda!"
¡Buenos días!
Comenzamos con el Proyecto de Gestión Forestal Sostenible en Guatemala, respaldado por una financiación de USD 9.25M del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Diseñado para mejorar la eficiencia de los servicios públicos forestales y aumentar la rentabilidad e inclusión social a través de programas de incentivos, tiene el potencial de transformar radicalmente el paisaje económico y ambiental.
Sin embargo, su futuro es incierto, ya que se encuentra detenido en el Congreso, a la espera su aprobación. Esta permitiría la inversión directa en 30 municipios, así como el acceso a fondos significativos adicionales.
Como adelantamos la semana pasada, este jueves 12 tendrá lugar el República Summit 2024 “Agua limpia, desarrollo humano”. El Keynote Speaker es Iván Duque, expresidente de Colombia. Hoy reseñamos su libro Nuestro futuro. Manifiesto verde para América Latina y el Caribe. Entre los mensajes importantes del libro: la acción contra el cambio climático no es una cuestión de ideologías. La cooperación entre los sectores público y privado es crucial. El cuidado medioambiental es una responsabilidad moral y ética de cada persona. Y el tiempo de los discursos acabó. Hay que actuar.
El segundo hilo aborda las perspectivas macroeconómicas que impactarán principalmente en el sector construcción guatemalteco, según un análisis de Data CABI Analytics. Materiales, mano de obra y créditos son el triángulo crítico para la industria. Por ello, la pregunta es ¿qué sigue para el país?
Gracias por su suscripción y lectura.
Contenido en este boletín:
•Proyecto forestal en la cuerda floja
•El rincón de los libros: Actuar ¡ya!
•José Álvarez: "Citi será el primer banco 100 % digital de Guatemala"
•Sector construcción, retos macroeconómicos a la vista
Alice Utrera
•Proyecto forestal en la cuerda floja
554 palabras | 2 minutos de lectura
El Proyecto de Gestión Forestal Sostenible (GU-L1165/GU-G1005), con un financiamiento de USD 9.25M otorgado por el BID, se propone como una solución para enfrentar la deforestación en Guatemala.
En perspectiva. Este proyecto busca mejorar la eficacia de los servicios públicos forestales, así como aumentar la rentabilidad e inclusión social de programas de incentivos.
Financiado a una tasa de interés del 0 %, incluye una donación de USD 755 000. Está diseñado para beneficiar directamente a familias productoras y a MIPYMES agroforestales.
Al ser una iniciativa estratégica, su ejecución está prevista en al menos 30 municipios del país. Ello podría transformar significativamente el panorama económico y ambiental de estas comunidades.
Se anticipa que el proyecto generará directamente más de 16 000 nuevos empleos. Y mejorará los ingresos de aproximadamente 22 000 personas en la actualidad en condiciones de pobreza.
Entre líneas. La iniciativa ofrece la posibilidad de acceder a otros financiamientos internacionales y bonos de carbono. Estos dependen de la capacidad del país para implementar proyectos de reducción de la deforestación.
Asimismo, los bonos representan una oportunidad para financiar futuras iniciativas de conservación y gestión forestal.
Además, se espera que el retorno económico del proyecto alcance los USD 194M en 15 años. Esto subraya la viabilidad económica y su impacto a largo plazo en el desarrollo sostenible.
El mencionado retorno cubriría los costos iniciales, generando ganancias que podrían reinvertirse en futuros proyectos ambientales y sociales.
Qué destacar. La idea está diseñada para fomentar el aprovechamiento sostenible del bosque y mejorar la calidad de vida en comunidades vulnerables a cambios socioeconómicos y climáticos.
Al ser ejecutado, los incentivos forestales como PINPEP y PROBOSQUE mejorarían los ingresos de 9 000 productores, fomentando prácticas agrícolas más rentables y sostenibles.
El MINFIN resalta que el 37 % de los beneficiarios serán mujeres y un 50 % población indígena. Asegura así una importante inclusión social.
La estructuración de cadenas de valor para emprendedores forestales facilitará un mayor valor agregado en los productos, promoviendo la exportación y mejorando su posición internacional. Esto refuerza el potencial de crecimiento económico a largo plazo.
Sí, pero. Actualmente, el proyecto está detenido en el Congreso, esperando la tercera lectura para su aprobación.
La fecha límite para la firma del contrato es el 15 de octubre de 2024. Su pronta aprobación legislativa es una necesidad urgente.
De no aprobarse se perdería una inversión inicial significativa. También la oportunidad de acceder a fondos adicionales como el Fondo del Carbono, que podría proporcionar hasta USD 52.5M adicionales si se demuestra una reducción efectiva de la deforestación.
Se perderían recursos para modernizar las oficinas forestales municipales y regionalizar los servicios de MARN, INAB y CONAP. Esto afectaría la capacidad para gestionar y proteger recursos forestales de manera eficiente.
Balance. Si el Congreso no actúa antes de la fecha establecida, el proyecto y todo su potencial beneficio económico y ambiental podría perderse.
Esta situación legislativa pone en riesgo los rendimientos inmediatos del plan, impidiendo el acceso a recursos internacionales. Debilita la capacidad del país para gestionar su patrimonio forestal de manera eficaz.
Además, la credibilidad de Guatemala ante instituciones financieras internacionales y fondos de donación futuros quedaría dañada.
Por contra, su aprobación aseguraría una mejora en la gestión forestal y brindaría un modelo a seguir en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. Nuestros bosques lo necesitan.
Iván Duque lanzó en la COP28 de Dubái de diciembre pasado su libro Nuestro futuro. Manifiesto verde para América Latina y el Caribe.
El expresidente de Colombia (2018-2022) recoge sus experiencias como gobernante. “Muchas de las acciones contenidas en Nuestro futuro han sido implementadas en Colombia y otros países de la región. Otras son propias de la experiencia en el Gobierno que presidí”. Las enumeró en un libro anterior El camino a cero. La estrategia de Colombia hacia la carbononeutralidad (2021).
El autor es uno de los principales líderes ambientales en el contexto internacional. La obra surgió en el último año y medio en su trabajo como fellow de la Escuela de Gobierno en la Universidad de Oxford. Una experiencia que apoyó el Banco de Desarrollo de América Latina.
El objetivo es que LAC busque soluciones para enfrentar el cambio climático y su impacto en esta región del hemisferio. Se presenta una hoja de ruta con estrategias reales y posibles que permitan resultados a corto, mediano y largo plazo.
Según el exmandatario “las acciones deben ser articuladas, inmediatas y contundentes. Sin nuestra región trabajando para enfrentar el cambio climático será imposible solucionar problemas que afectan a todo el planeta”. Subraya la importancia de las alianzas entre los sectores público y privado, la sociedad civil y las comunidades. Destaca la necesidad de estrategias realistas, financieramente viables, replicables, escalables y sostenibles, que se conviertan en políticas de estado.
Sugiere y concreta las acciones que los países deben asumir para cumplir sus compromisos climáticos. Es decir, reducir emisiones de gases de efecto invernadero conforme a las metas para 2030 (disminución del 51 %) y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 cumpliendo los ODS de la ONU.
Es cierto que LAC ha incidido muy poco en la crisis climática (apenas el 8 % de las emisiones). Sin embargo, es a la vez una región muy vulnerable y expuesta a los efectos devastadores de los eventos climáticos extremos. No puede permitirse ser indiferente.
Por otro lado, su riqueza en recursos es enorme. Tiene el 50 % de la biodiversidad del planeta. Unas de las principales fuentes de agua fresca – más del 70 % de los páramos —. Tiene el bioma amazónico —una máquina natural de captura de CO2—. El 23 % de los bosques. Y, las selvas primarias pueden representar cerca del 10 % de captura de emisiones.
Posee una riqueza no cuantificable de arrecifes coralinos. Asimismo, abundante tierra cultivable para posicionarse como fuente de seguridad alimentaria, si se ejerce una agricultura responsable con el medio ambiente.
En el aspecto negativo: indiferencia y hasta desentendimiento deliberado de abordar acciones ineludibles. Actos efectivos y coordinados son esenciales para evitar una catástrofe climática.
Existen más asimetrías preocupantes. Altos niveles de endeudamiento, limitados espacios fiscales y falta de movilización masiva de capital privado para proyectos climáticos constituyen amenazas para alcanzar los objetivos del 2030 y el 2050.
Duque presenta un manifiesto general que pueda ser aplicado por cada gobierno nacional y local permitiendo la coordinación con empresas, ciudadanos y comunidad internacional. De igual modo, uno individual como manual de fácil aplicación en la vida cotidiana. Insta a participar activamente en la protección del medio ambiente para lograr un avance realista hacia un crecimiento verde.
Son interesantes conceptos como las “biodiverciudades” y su planificación urbana. Son urbes nuevas que educan a sus “biodiverciudadanos”. Tal formación debe empezar en las escuelas, universidades, empresas…
Hay una clara conexión entre degradación ambiental y vulnerabilidad social. Las poblaciones más pobres y marginadas son las más afectadas por pérdida de ecosistemas y eventos climáticos extremos. Millones de “migrantes climáticos” del Sur Global huyen anualmente de estos riesgos empeorando la situación económica en los países de origen.
También llama la atención lo que llama la “sostecnibilidad”. Es la suma creativa de tecnología e innovación con visión ambiental para el desarrollo sostenible. Transitar hacia energías renovables, con medios de transporte limpios; detener la deforestación; cambiar hábitos de consumo y modelos de producción.
Más allá de esto implica construir una nueva generación de negocios verdes basados en la economía circular y responsable, el pago por servicios ambientales y las soluciones basadas en la naturaleza. En especial, la IA se posiciona como una tecnología capaz de revolucionar ciencia y formas de conocimiento.
La visión de Nuestro futuro no es exclusiva, limitada, ideológica o dogmática. Pero sí urgente. Aborda la coordinación gubernamental, marcos normativos, finanzas verdes, transición energética, mercados de carbono, agricultura sostenible, áreas protegidas, la derrota de la deforestación y empoderamiento de comunidades indígenas.
El cuidado medioambiental es una responsabilidad moral y ética de cada persona. Exige diálogo y concertación, trabajo en equipo entre gobernantes y ciudadanos. Requiere alianzas público-privadas y el concurso de todas las partes para desarrollar soluciones basadas en la naturaleza. En suma, creatividad, innovación, voluntad política, justicia social, emprendimiento y conciencia colectiva. En palabras de Duque: “producir conservando y conservar produciendo”.
La etapa de los discursos y las promesas terminó. ¡Es hora de actuar!
Braulio Palacios y María José Aresti
•Julio Álvarez: “Citi será el primer banco 100 % digital de Guatemala”
Una reciente adquisición de Progreso en RD o un préstamo comercial social al Banco Industrial por USD 22M, son ejemplos de grandes noticias recientes que tienen como denominador común a Citibank. La compañía cumple 50 años de presencia ininterrumpida en Guatemala.
República Empresa habló con Julio Álvarez, Guatemala Citi Country Officer, quien explicó como su red global —más de 95 países y 180 jurisdicciones— les ha permitido ganar la confianza de destacados clientes. Entre ellos: grandes corporativos guatemaltecos, multinacionales que operan aquí, bancos, e incluso BANGUAT (desde 1978). “Llegamos en 1974 […] terminamos siendo el banco de bancos”, reconoce en una parte —inédita— de la conversación.
Álvarez inició su carrera en Citi en 1994. Recién graduado universitario se movilizó desde su natal Chihuahua a Monterrey. Después de ocupar varias posiciones fue nombrado en 2020 para desarrollar la banca corporativa de Citi Guatemala y banca corporativa y de inversión en CA, en tiempos de pandemia.
50 años de presencia ininterrumpida en Guatemala… muchos pueden reducirlo a una cifra o un periodo de tiempo, ¿qué significa para ustedes?
— En Latinoamérica tenemos 120 años. Pero es un hito para nosotros cumplir 50 aquí. Durante este tiempo hemos apoyado el progreso de Guatemala. Año tras año hemos respaldado a todos nuestros clientes, ya sea con servicios transaccionales eficientes o para expandir en el exterior.
El grupo de empresas que hay en Guatemala son grandes, con mucha proyección hacia la región o EE. UU. Nos gusta pensar que contribuimos a su crecimiento o dar el salto para operar en otro país.
Citigroup cerró su banca de personas en Guatemala, pero apostó por la corporativa, ¿algún resultado que quiera destacar?
— El core de Citi es lo corporativo. Nos enfocamos en grandes corporaciones, sector público e instituciones financieras. Estamos regresando a nuestras raíces. Estratégicamente, se decidió que EE. UU. es el único país donde atendemos el retail. El enfoque es 100 % corporativo en el resto. Regresar a nuestras raíces ha dado buenos resultados.
Pero también está la forma en que atendemos a los clientes. Nuestro objetivo es ofrecer los productos más digitales del mercado. Como una muestra de nuestra visión, vamos a ser el primer banco digital de Guatemala.
En las próximas semanas vamos a dejar de ofrecer servicios de venta en línea. Ya no vamos a utilizar cash o chequeras (físicas). Vamos a irnos 100 % a lo digital. La presencia la tendremos aquí y los clientes podrán venir a visitarnos, pero el uso de efectivo lo dejaremos de lado.
Solo el 3 % de operaciones son con chequera en el país. Ahora no tendrán que firmar documentos, se hará todo de manera digital. La respuesta ha sido positiva cuando hemos avisado a nuestros clientes. Muchos de ellos ya lo hacían o están encaminados a lo digital.
Recientemente, hicieron la primera transacción a un banco centroamericano a través del Trade and Working Capital Solution. ¿Qué nos puede comentar?
— Es parte de una iniciativa global de social finance. El financiamiento que dimos a Banco Industrial forma parte de ese plan. Se hizo a través de la casa matriz, pero es parte de la contribución de una estrategia para apoyar a la sociedad, con préstamos o apoyos para segmentos desprotegidos. Hace falta crear un incentivo para hacer llegar esos recursos. Nosotros lo hacemos con este tipo de financiamientos a BI o Génesis Empresarial.
Algún otro hito en el tintero…
— Tenemos el programa en Guatemala de Receivables Finance. Es el más grande a nivel país y el segundo en Latinoamérica. Ese producto lo que le permite al cliente es financiar todas las operaciones que tiene desde working capital en Centroamérica y el Caribe. Nos posibilita llegar a millones de dólares en todas esas sociedades regionales. Por ahora no hay banco en Guatemala que pueda replicar algo similar.
Para leer la entrevista completa visite este enlace.
María José Aresti
•Sector construcción, retos macroeconómicos a la vista
630 Palabras | 2 minutos de lectura
Inflación, altas tasas de interés y migración seguirán siendo grandes desafíos para este año en Guatemala. Estos factores se dieron a conocer durante la conferencia “Perspectivas macroeconómicas y su impacto en el sector construcción”, organizada por ADIG y Data CABI Analytics.
En perspectiva. Charles Hess, CEO de Data CABI Analytics, explicó que el panorama está haciendo que las personas pierdan su poder adquisitivo de compra.
“Se está reduciendo el crecimiento en varios sectores. Principalmente en el consumo. Tarde o temprano el crédito comenzará a deteriorarse”, aseguró.
Hace unos meses el BANGUAT y el Departamento de Análisis de Datos de la Consultora de Gestión y Consultoría detallaron que entre los desafíos se encontraba un incremento en los costos de materiales.
No obstante, Hess destacó que se presenta una caída de commodities generales. Todos los materiales esenciales del sector construcción experimentan una baja significativa que ronda los –8.36 % (solamente superada por los energéticos).
Visto y no visto. La mano de obra es uno de los puntos principales. Actualmente, alrededor de un 82 % de empresas constructoras tiene problemas para la contratación de personal calificado.
La migración sería uno de los factores principales, Hess detalló que a partir del covid existe un incremento de trabajo en EE. UU. Las plazas han sido ocupadas en su mayoría por migrantes —3.8M más que estadounidenses—.
Ahí es donde las remesas entran en la ecuación. Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Quetzaltenango y Totonicapán son las áreas que más envíos reciben. Una familia promedio percibe USD 800 mensuales.
“Ese es el problema. Competir contra esos números que reciben en EE. UU. es complejo. El salario que van a recibir es mucho más que acá y está llevando a las personas a migrar. En la lógica los números les salen más bonitos allá”, acotó.
Entre líneas. Al ser un comportamiento cíclico, Hess explicó que el país se encuentra actualmente finalizando una etapa de edificación. En lo que resta del año se dará inicio a una nueva fase de construcción, es decir comenzarán a desarrollarse nuevas obras.
Asimismo, existe una leve alza en acabados como tejados y revestimiento de pisos; impulsados por el fin del ciclo actual. Mientras, el aumento en demolición y preparación de tierras marca el inicio del nuevo.
“En el tema de la cartera de créditos construcción podemos ver que el préstamo viene antes que el proyecto. Además, son más grandes o son refinanciamientos de existentes”, explicó.
Según los datos de CABI, el mercado de la construcción se empieza a trasladar, principalmente, hacia la ciudad capital con un 10.6 vs 2.5 % del interior. “Se están ejecutando menos proyectos, pero más grandes en extensión”.
Qué destacar. A pesar de la perspectiva, el sector se mantiene dinámico. Para este año, se anticipa un crecimiento del 2.1 %, impulsado por nuevos proyectos de infraestructura y aumento de la inversión privada.
En junio, el índice de confianza en la actividad se ubicó en 70.84 puntos. Refleja una caída de 11.66 con respecto al mes anterior (82.50). Pese a ser la caída más baja del año, el nivel sigue manteniéndose “bueno”.
La participación del sector en el PIB es relativamente estable, fluctuando entre el 4 y 5 %, según datos de la CGC.
En general, existe un nivel de confianza favorable en el crecimiento económico nacional y el sector construcción. Este último influenciado por trámites de construcción, precios de materia prima y alianzas público-privadas.
En conclusión. Guatemala cuenta con una macroeconomía sólida, pero con impactos en el poder adquisitivo (en promedio una persona tiene 50 % de endeudamiento). Aunque existe un riesgo por los costos de embarques, la baja de precios en insumos a nivel internacional ayudará a mantener el dinamismo. Con todo, la industria entrará en un nuevo ciclo enfocado en la ciudad, con proyectos más grandes, en menor cantidad.