Guate, el sur también existe

¡Buenos días!

Existe una enorme complementariedad estratégica entre las economías de Guatemala y Chile que podría redefinir su inserción en cadenas regionales y globales de valor.

Guatemala ofrece dinamismo demográfico, talento joven y cercanía logística con Norteamérica. Chile aporta estabilidad institucional, sofisticación financiera, capacidades tecnológicas y un sector exportador que domina minerales hasta servicios avanzados.

Sectores como agroindustria, energías renovables, logística, tecnología aplicada a la minería, manufactura liviana y servicios empresariales tienen una ventana abierta. Para integrarse más se requiere resolver cuellos de botella tales como puertos saturados, procesos aduaneros lentos, brechas regulatorias... es necesario alinear incentivos, modernizar reglas, conectar plataformas y entender que la cooperación genera y multiplica oportunidades. Hay que actuar con pragmatismo y visión.

También les recomendamos ver nuestra gráfica sobre peso e importancia en 2025 de las remesas en Centroamérica y República Dominicana.

 
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Miguel Rodríguez
Guatemala y Chile: nuevas rutas productivas
580 palabras | 2 min de lectura

Guatemala y Chile están acelerando una agenda económica que busca más que vender y comprar. El reciente “Encuentro Empresarial Chile-Centroamérica & Caribe” mostró que ambos países pueden construir cadenas de valor compartidas, combinando ventajas logísticas, regulatorias y energéticas. La complementariedad abre espacio para una plataforma conjunta de inversión.

Por qué importa. Ambos están encontrando coincidencias económicas que antes no se ponían sobre la mesa: capacidades industriales, experiencia regulatoria y sectores con demanda creciente. La intención compartida es impulsar inversión bilateral y, más que llegar con productos al mercado opuesto, se busca crear soluciones conjuntas con impacto regional.

  • Guatemala consolida su posición como hub mientras compañías chilenas buscan diversificar riesgos y ampliar operaciones. Esa combinación, según Claudia Papic, vicepresidenta ejecutiva de la Cámara Nacional de Laboratorios (CANALAB), permite acelerar cadenas de valor en salud, energía y tecnología.

  • Chile aporta industrias consolidadas y estándares altos. Guatemala, crecimiento interno y un mercado con modernización regulatoria. Ambos ven espacio para integrar servicios de calidad, dispositivos médicos y tecnologías aplicadas a eficiencia energética.

  • Durante el encuentro se abordó cómo la complementariedad permite cooperación público–privada. Como afirmó Papic, la empresa chilena puede ofrecer soluciones “probadas y escalables”, adaptables a marcos centroamericanos en transformación.

En el radar. La energía se perfiló como uno de los sectores con mayor potencial. Las matrices eléctricas mantienen proporciones similares entre hidroeléctrica y fuentes renovables. Y la experiencia chilena en solar podría trasladarse a Guatemala, con proyectos aún pendientes de un marco jurídico en evolución.

  • Marcela Puntí, directora de asuntos corporativos de la Asociación Chilena de Energía Solar, (ACESOL), destacó que Chile posee “la radiación más alta del mundo” en su zona norte, un laboratorio natural para tecnologías solares competitivas. Esa curva de aprendizaje puede llegar a Guatemala.

  • Explicó que la energía solar es hoy “la más económica del mundo” y su implementación es veloz, siempre que exista claridad en procesos regulatorios. Ahí Guatemala tiene una ventana para atraer inversionistas.

  • La industria chilena suma más de 10 años de experiencia que puede transferirse. Según Puntí, ya cuenta con modelos replicables para instalar proyectos ágiles, los mismos que podrían despegar en Centroamérica.

Entre líneas. El ecosistema farmacéutico identificó oportunidades visibles. Guatemala moderniza su regulación sanitaria y reconoce buenas prácticas internacionales. Chile, con laboratorios acreditados, puede integrarse sin fricciones a esa actualización.

  • Papic subrayó que Guatemala vive una expansión de ese mercado. Para ella, avanzar en registros sanitarios y reducir divergencias regulatorias facilitará encadenamientos productivos.

  • Los laboratorios chilenos pueden aportar fabricación con estándares europeos y capacidad de adaptar procesos. Esa reputación abre puertas a modelos conjuntos de producción y distribución regional.

  • Las empresas chilenas pueden cubrir necesidades de calidad, trazabilidad y vigilancia sanitaria más robusta.

Lo que sigue. En palabras de José Morán, Asesor de Inteligencia de Mercado e Innovación de Invest Guatemala, se presenta un potencial sobresaliente para la inversión y expansión de empresas chilenas. El crecimiento cercano al 10 % en las exportaciones no cobre-litio confirma un fortalecimiento del vínculo.

  • Este dinamismo, explica, se debe en buena parte a la relevancia que tienen productos agroindustriales —alimentos y bebidas—. Esto representa la oportunidad de ingresar a un mercado prácticamente equivalente al del país austral.

  • Desde una perspectiva estratégica, este contexto permite a las compañías considerar procesos de expansión productiva con economías de escala, aprovechando un entorno favorable.

  • Por último, la ventaja geográfica y logística de Guatemala funciona como punto de entrada hacia un mercado regional ampliado de alrededor de 50M en Centroamérica. La plataforma binacional puede convertirse en un nuevo eje de integración. 

 
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¿Debe Guatemala dedicar más atención al sur?

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UN MENSAJE DE SEGUROS EL ROBLE
Su historia va más allá del diagnóstico

Su historia no termina con un diagnóstico; más bien abre un capítulo distinto que puede fortalecer su determinación. Aquí encontrará ideas para transformar ese momento en impulso y continuar avanzando hacia sus metas con confianza renovada.

Por qué importa. Un diagnóstico no define quién es ni limita lo que puede lograr.

  • Puede convertirse en un punto de claridad y fortaleza personal.

  • Refuerza la relevancia del bienestar integral.

  • Le invita a sostener sus metas con visión más amplia.

Lo indispensable. Existen herramientas y apoyos que pueden acompañarle en este proceso.

  • Acceso a orientación profesional confiable.

  • Recursos para fortalecer su salud emocional.

  • Sugerencias para replantear su plan de vida con intención.

Ahora qué. Este momento puede impulsar una transformación positiva.

  • Revise sus sueños y trace nuevas rutas posibles.

  • Dé pasos firmes hacia un futuro con propósito.

  • Inspire a otros mostrando resiliencia y determinación.

Lea la nota completa aquí.

 
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María José Aresti
Centroamérica: remesas pesan más de 30 % del PIB

En Centroamérica y República Dominicana, las remesas ya no solo sostienen el consumo: están redefiniendo la estructura económica de miles de hogares. En 2025 estos flujos crecieron incluso en países donde la migración no aumentó. Esto revela que los migrantes están trabajando más, asumiendo empleos menos estables y usando ahorros para proteger el ingreso de sus familias frente a un clima de incertidumbre en EE. UU.

Ese comportamiento sugiere que están operando como un “seguro” anticrisis para las familias del istmo. Aun cuando en algunos países el número de migrantes no creció o incluso cayó ligeramente. La dinámica explica por qué los ingresos por remesas avanzan más rápido que el PIB per cápita, ampliando la brecha entre hogares receptores y no receptores.

En RD la tendencia es similar, aunque menos pronunciada: los flujos crecen con estabilidad, impulsados por migrantes con empleos relativamente más estables y con mayor diversificación en los países de destino. 

 
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Si este ensayo fuera una empresa tecnológica, sería una de esas startups improbables y casi utópicas. Cofundada por un estratega del siglo XX, un tecnólogo que imagina el siglo XXII y un pensador intentando traducir ambos mundos para evitar que colisionen. Los coautores Henry Kissinger, Craig Mundie y Eric Schmidt escriben como auditores de una civilización que, sin darse cuenta, ha pedido un gigantesco préstamo de inteligencia externa.

No pretenden explicar la IA como herramienta, sino como nuevo “momento fundacional” para la humanidad. Como revolución perceptiva.

Su propuesta es provocadora: la IA no solo cambia lo que producimos, altera lo que creemos posible. Mundie insiste en que abre “tipos de razonamiento” aún no explorados por la mente humana. Schmidt contempla la técnica como si fuera un nuevo ecosistema productivo. Kissinger, solemne, la interpreta como un desafío ético a la altura del equilibrio nuclear. Su presencia dota al libro de una profundidad que ni Mundie ni Schmidt, por brillantes que sean, habrían logrado solos. La suya es la última gran reflexión de un estratega que entendió que el futuro ya no se decide en mesas de negociación, sino en redes neuronales.

Una obra difícil de clasificar y útil precisamente por eso. Brinda una mirada que no sale de Silicon Valley ni de manuales de gestión. Viene de la frontera entre filosofía, política y economía.

Cuestiona la narrativa complaciente de la innovación. Recuerda que la IA puede amplificar desigualdades, distorsionar mercados y concentrar poder de formas inéditas. Muestra la modificación de los cimientos que sostienen el crecimiento –información, previsión, racionalidad económica– , obliga a los países a repensar sus modelos de competitividad.

Insiste, a la vez, en que la esperanza puede ser estratégica: un recurso productivo si se convierte en proyecto, en transformación institucional.

Lo más original de Génesis es su insinuación de que el futuro económico será diseñado por quienes entiendan, no solo cómo funciona la IA, sino qué tipo de humanidad quieren construir con ella. Desafío y oportunidad.

 
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Alice Utrera
PIB en modo IA
497 palabras | 2 min de lectura

La adopción estratégica de IA en banca y fintechs podría sumar hasta 2.8 % al PIB en varios países de Latinoamérica. Principalmente por eficiencia operativa, reducción de fraudes, análisis crediticio acelerado y mayor inclusión financiera. 

Por qué importa. La transformación digital del sistema financiero dejó de ser un asunto interno: hoy impacta productividad, liquidez empresarial y crecimiento. La IA permite decisiones más rápidas, operaciones más estables y servicios que reducen costos y amplían el acceso al crédito formal.

  • Accenture estima que su aprovechamiento puede elevar el PIB hasta el aludido 2.8 % en áreas de la región mediante optimización operativa y mayor dinamismo financiero.

  • Gustavo Pérez, director de desarrollo de negocios de Vertiv, sostiene que el reto tecnológico es anticiparse al cambio. Esto implica preparar sistemas para sostener el crecimiento económico.

  • Un sistema financiero más eficiente dinamiza el crédito, reduce pérdidas por fraude y fortalece la confianza de inversionistas y empresas.

Qué destacar. Las instituciones financieras reconocen que esta infraestructura condiciona su capacidad para crecer. En Latinoamérica el 52 % de los bancos ya está reforzando sus plataformas para integrar automatización, analítica avanzada y nuevos modelos de riesgo basados en datos.

  • La modernización de centros de datos híbridos permite reducir tiempos de procesamiento, agilizar pagos digitales y responder a picos de demanda sin interrumpir servicios críticos.

  • Pérez advierte que los bancos enfrentan riesgos inéditos: conectividad irregular, ciberamenazas sofisticadas y presión por experiencias sin fricción en  los canales.

  • La IA impulsa modelos de negocio que disminuyen costos, amplían la bancarización y fortalecen la liquidez empresarial. Factores que sostienen la actividad económica en periodos de incertidumbre.

Entre líneas. Los avances tecnológicos no solo escalan la productividad interna; generan efectos macroeconómicos.

  • La eficiencia del sistema financiero influye en inversión, formalización y estabilidad regional.

  • Según estudios de McKinsey, la automatización bancaria puede disminuir costos operativos entre 20 y 30 %, margen que se traslada a precios más competitivos y mayor volumen de crédito.

  • Pérez explica que la complejidad actual abre oportunidades para integradores capaces de mitigar riesgos y habilitar escalamiento sin perder de vista tanto eficiencia como ciberresiliencia.

Ecos regionales. La infraestructura financiera sólida tiene efectos directos en Centroamérica. Guatemala, Costa Rica y también República Dominicana, concentran una expansión acelerada de pagos digitales. Esto abre espacio para nuevas fuentes de crecimiento empresarial.

  • La región enfrenta brechas de conectividad y suministro eléctrico. Sin embargo, los bancos que invierten en resiliencia operativa logran servicios más estables y una economía más formal.

  • Fintechs que utilizan IA para scoring alternativo están ampliando acceso crediticio a segmentos históricamente excluidos, lo que incrementa consumo y actividad productiva.

  • La modernización reduce fricciones en remesas, pagos transfronterizos y financiamiento para PYMES exportadoras, fortaleciendo la competitividad regional.

Lo que sigue. La banca latinoamericana debe consolidar arquitecturas distribuidas, centros de datos resilientes y modelos de riesgo alimentados por IA. El siguiente ciclo dependerá de cuán rápido los países conviertan eficiencia operativa en productividad. La meta no es solo digitalizar. Es traducir esa digitalización en más crédito, menos costos y mayor estabilidad.

 
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