- República Empresa
- Posts
- Informalidad laboral, problema estructural
Informalidad laboral, problema estructural

¡Buenos días!
El mercado laboral en Guatemala puede dividirse en 70 % informal y 30 % formal. Aproximadamente, tres de cada 10 personas se emplean en el sector formal y tienen cobertura social. El resto no tiene acceso a la misma. Es decir, trabaja por cuenta propia o en empresas pequeñas no integradas de modo pleno en el marco institucional regulador de la actividad económica. Analizamos la situación y las posibles soluciones. Invertir en capital humano y eliminar trabas regulatorias son algunas de las respuestas para incentivar la legalización.
En República Empresa valoramos su opinión. Siéntase en confianza de compartir este boletín.
¡Gracias por leernos!

Alice Utrera
Empleo sin reglas: la trampa de la informalidad
570 palabras | 2 mins de lectura

En Guatemala la informalidad domina. No falta empleo, sino estabilidad. Millones de personas trabajan sin contrato, sin seguro ni ingresos dignos. Esto frena el crecimiento, reduce la productividad y agrava la desigualdad.
“El verdadero problema no es el desempleo, sino que la mayoría trabaja sin certeza, sin contrato ni seguridad”, señala Rodolfo Mendoza, director de Diestra.
Tres de cada cuatro guatemaltecos ocupados lo hacen en la informalidad, sin acceso a seguro social ni protección laboral.
La irregularidad no solo limita los ingresos. Perpetúa la pobreza al impedir el acceso a servicios sociales, financiamiento y estabilidad económica.
En el radar. Guatemala sigue creciendo incluso en escenarios internacionales adversos. Sin embargo, esto no se traduce en mejores condiciones laborales para la mayoría, lo que profundiza la desigualdad estructural.
Cada año se incorporan 150 000 jóvenes al mercado profesional, pero la mayoría entra por la vía informal debido a la escasez de oferta regulada.
Claudia Peneleu, viceministra de Trabajo, indica que “es clave aprovechar el bono demográfico con instrucción y empleos formales, no con subempleo”.
La informalidad impide que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo humano. Altos índices de ocupación conviven con bajos ingresos, inestabilidad y fuga de talento.
Qué destacar. Existe un problema estructural donde la informalidad y la baja productividad se retroalimentan. Sin inversión en capital humano y sin incentivos para la formalización, los salarios reales continúan estancados.
Entre 2015 y 2023, el salario promedio aumentó apenas un 10 %, frente a un 46 del salario mínimo, revelando el rezago de quienes están fuera del sistema.
“En la informalidad, la mayoría gana lo mismo o menos que hace 10 años”, advierte Mendoza.
Guatemala se ubica entre los países con menor productividad en la región, aunque con un salario mínimo relativamente alto. Una combinación que desincentiva la institucionalización.
Detrás de escena. Las empresas deben sortear obstáculos regulatorios, burocráticos y jurídicos para cumplir con sus obligaciones. El exceso de trámites, la discrecionalidad en las inspecciones y la falta de certeza jurídica alejan a muchas del camino de la formalización.
“La falta de criterios uniformes en inspecciones laborales produce incertidumbre y resta competitividad”, detalla Diego Colindres, director del grupo AICSA.
Compañías como Energuate e Ingenio La Unión han elaborado modelos de diálogo interno, auditorías laborales y sistemas de consulta en tiempo real para mejorar el clima laboral.
José Antonio Roca, gerente general de Bantrab, aboga por democratizar el acceso al crédito productivo en áreas rurales como vía para generar empleo.
Voces. El problema no se resuelve únicamente con leyes. Se requiere inversión. Capacitar, escuchar y componer entornos dignos son estrategias que empiezan desde el nivel interno.
Fernando Letona, gerente de RR. HH. del Ingenio La Unión, relata cómo su empresa usó el IGSS e INTECAP para “preparar pilotos especializados cuando el país tenía miles de equipos sin operadores”.
“El diálogo directo con los trabajadores y las juntas mixtas mensuales fortalecen el sentido de pertenencia y reducen la rotación”, explica Rodrigo Reynoso de Energuate.
Por su parte, Roberto Morales, gerente de Pan American Silver Guatemala, sostiene que “la minería ofrece empleos dignos. Además, necesita certeza jurídica para operar y capacitar en grande”.
En conclusión. Reducir la informalidad no se resuelve solo con regulaciones. Se necesita inversión, infraestructura, capacitación técnica y confianza. Las empresas formales deben ser vistas como aliadas, no como adversarias. Guatemala tiene el bono demográfico, la energía y la necesidad. Ahora es preciso construir las condiciones para que trabajar también signifique prosperar.
Dihanne Palacios, nutricionista, no partió de una idea de negocio, sino de una necesidad no resuelta. Ha sufrido del síndrome de ovario poliquístico, una afección hormonal. Su mayor acierto fue convertir esa experiencia en una propuesta empresarial con visión de largo plazo. Así nacieron Nútrete, una clínica especializada en Chiquimula, y Glow and Flow, una comunidad wellness que ya empieza a posicionarse como una marca con potencial de inversión.
El punto de partida fue detectar un patrón en consulta: mujeres frustradas con su cuerpo, sin diagnósticos claros, que repetían ciclos de dieta y culpa. Al identificar ese vacío —una atención integral y empática en salud hormonal— diseñó un modelo híbrido que combina asesoría personalizada, contenido educativo y experiencias en formato de talleres.
No todo fue sencillo. Durante meses postergó el lanzamiento de Glow and Flow por miedo al fracaso. Inició sola, sin capital, gestionando su emprendimiento solo los fines de semana, mientras mantenía un empleo estable de lunes a viernes. Ese equilibrio le exigió disciplina y renuncias. “Quería hacerlo perfecto, y eso me frenó”, reconoció.
En lugar de ver Chiquimula como un inconveniente, lo convirtió en su ventaja competitiva. Fue allí donde encontró menos competencia directa y mayor apertura a una propuesta pionera. Apostó por desarrollar una comunidad desde lo local, generando fidelización orgánica y construyendo reputación a través de resultados tangibles.
Su estrategia de crecimiento tiene tres ejes claros: estandarización del modelo, alianzas estratégicas y expansión regional. Ya colabora con marcas internacionales como Tosh, Pedialyte y Dos Pinos, que han apostado por su proyecto gracias a un enfoque comercial claro: visibilidad directa en audiencias segmentadas con alta conexión emocional.
El modelo de Glow and Flow ha demostrado ser financieramente viable. Genera ingresos por consultas, talleres temáticos y colaboraciones de marca. Las redes sociales son su canal de conversión más eficaz y su principal medio de posicionamiento. El reto sigue siendo escalar sin perder el enfoque humano que lo originó.
El próximo paso es convertir su propuesta en una red de clínicas centradas en nutrición hormonal y bienestar femenino en el interior del país. Para ello, busca capital, talento alineado con su visión y aliados que entiendan que la salud puede ser un negocio... siempre que esté basada en propósito y estrategia.
UN MENSAJE DE GRUPO COFIÑO
Dadao: la nueva marca de camiones diseñada para Guatemala
Grupo Cofiño anuncia la incorporación de Dadao a su portafolio, una nueva marca de camiones y pickups para el mercado guatemalteco.
Por qué importa. Dadao marca el ingreso oficial al segmento de carga, transporte liviano y pesado.
La nueva marca se adapta al trabajo diario con vehículos potentes y resistentes.
Incorpora innovación tecnológica en cada modelo, pensada para el mercado guatemalteco.
Responde a la creciente demanda de transporte confiable y rentable para negocios locales.
Lo indispensable. Cada modelo fue diseñado para ofrecer desempeño, durabilidad y confort sin comprometer eficiencia.
Los modelos Carry Plus, Conquer y Grand Avenue cubren cargas entre 2.5 y 6.5 toneladas.
Cuentan con transmisiones de clase mundial y tecnología de última generación.
Ideales para emprendedores, pequeñas empresas y flotas corporativas.
Ahora qué. Grupo Cofiño extiende su respaldo con cobertura nacional y atención especializada en cada rincón del país.
Talleres autorizados y servicio móvil garantizan soporte constante.
Refuerza el compromiso con el crecimiento de sectores productivos.
Para más información, ingrese aquí.
María José Aresti
Turismo: entre shares, likes y datos
486 palabras | 1 min de lectura

Los creadores de contenido se posicionan como piezas sustanciales en la promoción de países emergentes. El potencial de Guatemala radica en la creatividad local y el alcance que estas voces pueden tener a escala global.
Por qué importa. El turismo ya no depende en exclusiva de agencias o folletos, sino de la influencia digital. En Latinoamérica, más de 18.9M de personas constituyen la economía de creadores. Guatemala representa casi el 3 %.
Ellos son un puente directo entre destinos turísticos y nuevas audiencias. En especial jóvenes, que confían más en experiencias compartidas por influencers que en publicidad tradicional.
Las redes sociales se han convertido en vitrinas globales. Un reel desde Semuc Champey puede alcanzar millones, disparando búsquedas y reservas sin que intervenga una sola campaña.
La economía creativa mueve más de USD 100 000M al año. Con apoyo institucional y visión empresarial, los creadores pueden ser embajadores efectivos del país.
Voces. Gabrielle Beran y Erinn Fortman, creadoras de contenido, han convertido su pasión por los viajes en una plataforma de impacto turístico. “Queremos que entren de lleno a la cultura del país”, señala Fortman.
Su modelo económico se alinea con el turismo sostenible: involucra directamente a pequeños proveedores y busca dejar los beneficios dentro de las comunidades guatemaltecas.
La narrativa que construyen va más allá de lo visual. Sus publicaciones muestran el por qué de cada destino, promueven el respeto cultural y priorizan la experiencia sobre el espectáculo.
Reconocen que el contenido digital es su principal herramienta, pero la vivencia es la que fideliza. “Una cosa es que sean seguidores y otra que vivan la experiencia”, aclara Beran.
Entre líneas. Esta tendencia abarca la integración tecnológica y colaboración multisectorial. Para transformar destinos centroamericanos en espacios inteligentes, se deben obtener, analizar y utilizar datos.
La industria está compuesta —en su mayoría— por Mipymes. Estas necesitan datos básicos para crecer, como la movilidad, gasto y opiniones de los visitantes.
El modelo tradicional de gestión ya no funciona. Para que los destinos se modernicen, la coordinación entre lo público, privado y sociedad civil debe ser fluida, eficiente y participativa.
Países con baja conectividad —como Guatemala— aún tienen margen para implementar sistemas de datos turísticos porque el propio viajero tiene conexión.
Lo que sigue. El turismo necesita creadores, y estos necesitan estructuras que les permitan crecer. Se debe consolidar redes, profesionalizar talentos y promover alianzas para aprovechar su potencial en esta era digital.
Existen ya herramientas que permiten traducir contenido en tiempo real. Un video sobre Atitlán podría llegar a audiencias en India, China o EE. UU., con subtítulos automáticos y alcance planetario.
El desafío es conceptualizar Guatemala en el mapa digital. “Si nos ven como un bloque pequeño, perdemos peso”, asegura Carlos Gamarra, cofundador de Creative Talks.
Integrar a los creadores en estrategias de promoción turística pública y privada será esencial. Junto a la visibilidad, se trata de generar una narrativa auténtica que conecte emocionalmente con el viajero digital.
¿Qué le pareció el boletín de hoy? |
Iniciar Sesión o Suscríbete para participar en las encuestas. |